(El beso verdadero es el primero,
los demás son como las réplicas de un sismo)
Cuando se besa por primera vez a esa persona,
tienes que asegurarte de entregarle la mitad de tu alma
para que ella jamás vuelva a estar sola.
Y cuando lo hagas,
la mitad de tu alma
en adelante no podrá estar tranquila
hasta ir a buscar su otra mitad.
Y mientras la besas,
tienes que desear con todas tus fuerzas
que la otra persona te dé también la mitad de su alma;
porque siempre es útil conservarla como consuelo
para los días fríos.
Y después,
- y esto es lo más hermoso -
cuando la vuelves a besar,
la mitad de tu alma encaja
con la mitad faltante que tu pareja resguarda
y vuelves a sentirte completo,
pleno,
y ya no quieres besar a nadie más.
Y sientes que podrías pasar la vida besándola.
Y rezas para que no termine ese momento.
los demás son como las réplicas de un sismo)
Cuando se besa por primera vez a esa persona,
tienes que asegurarte de entregarle la mitad de tu alma
para que ella jamás vuelva a estar sola.
Y cuando lo hagas,
la mitad de tu alma
en adelante no podrá estar tranquila
hasta ir a buscar su otra mitad.
Y mientras la besas,
tienes que desear con todas tus fuerzas
que la otra persona te dé también la mitad de su alma;
porque siempre es útil conservarla como consuelo
para los días fríos.
Y después,
- y esto es lo más hermoso -
cuando la vuelves a besar,
la mitad de tu alma encaja
con la mitad faltante que tu pareja resguarda
y vuelves a sentirte completo,
pleno,
y ya no quieres besar a nadie más.
Y sientes que podrías pasar la vida besándola.
Y rezas para que no termine ese momento.