Abro mis ojos
Mi mente te piensa
Mi alma te busca
Mi corazón te ama
Estoy vivo.
Arkandria: Mis palabras, mi mundo. |
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Abro mis ojos Mi mente te piensa Mi alma te busca Mi corazón te ama Estoy vivo.
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Tengo nostalgia de nuestro futuro cada vez que lo sepultas con tus miedos. Tengo esa loca nostalgia de las cosas que llegarán a ser pero que nunca serán si no las dejas. La nostalgia es para las cosas del pasado, pero es tanta la certeza que me embarga cuando miro en tus ojos y veo el porvenir como si fueran cosas de largo tiempo conocidas... De pronto me pongo a recordar como serán las tardes a tu lado cuando nos cogíamos de la mano a caminar por los parques o añoro los espacios futuros en que simplemente nos abrazábamos y dejábamos pasar el tiempo como si no hubieran preocupaciones Y veo en tus ojos los recuentos de las numerosas cosas que mañana te dije y rememoro los incontables poemas, fábulas y versos que ya me sé de memoria sin haberlos compuesto y tantas conversaciones, tan conocidas y entrañables, que vamos a entablar. Siempre fui un nostálgico, anclado en los recuerdos y me cuesta renunciar a tantas historias a tantas memorias, a tantos hechos que no por no haber sucedido aún son menos reales, porque están ahí palpables y evidentes cuando me siento a tu lado y se evapora el tiempo y estamos tú y yo y no existen relojes ni pasado ni futuro y está todo ante mis ojos, tan presente que cuando te abrazo, abrazo nuestra historia y nuestros mundos. La realidad te golpea, te lastima, entra sin pedir permiso y te confronta, te cuestiona. La realidad es mal educada, no entiende de protocolos, a veces ni de filosofías. No respeta las conversaciones ni el proceso creativo de un artista. La realidad te hiere, te penetra como un arma, te ensucia y te desangra. La realidad destruye el edificio de tus sueños en un solo impacto cruel y certero. La realidad no conoce la misericordia ni practica la sutileza. No tiene consideración del más débil ni del más iluso, y simplemente se alegra de ver cómo se rompen las fantasías contra el duro suelo de concreto. La realidad parece a veces una enemiga del alma, de los ideales y los sueños, pero la realidad no es mala. La realidad es tan sólo eso. Es, existe, está. Es realidad. Y hay que afrontarla. Como los magos de tiempos olvidados que buscan el nombre secreto de las cosas para ganar sobre ellas mágica influencia... yo te he hablado de tantas cosas en tu entorno para llenarte la vida de significados y hacer que esos objetos y memorias te hablen todos de mí durante mi ausencia... Te hice brujería, mujer, escribí mi nombre en las plantas y las flores, y tatué mis sílabas en tu blackberry para que no lo puedas ya mirar sin verme. He pintado mi amor sobre los cielos y las calles, los ríos y los desiertos y hasta de tus tacones me he adueñado para que escuches mi nombre en su sonido. Te he llenado de amor en cada instante, y te he hablado de ese amor y de esos besos para que cuando ames y para cuando beses y se te salga el alma por la boca estés condenada a recordarme y a pensar un segundo en ese alguien que te enseñó a besar de aquella forma sin rozar tus labios ni un momento. Y así, con palabras, te he invadido y con palabras pretendo retenerte. Te hice brujería, mi bien, y mis hechizos no son para con palabras conquistarte, ni ganar tu amor con solo magia ni un beso con mi magia arrebatarte. Solo una cosa busco, bien amado: que aunque no tenga la dicha de tenerte, no puedas dejarme solo en pasado ni puedas olvidarme fácilmente. Hay días en que me levanto con una cierta tristeza no muy grave que es más bien como un tono, una suave melodía de fondo que lo recubre todo y que, a veces, se pone de acuerdo con el clima. Podría culpar de esa tristeza a un amor esquivo a la añoranza de otros paisajes al deseo de una vida más simple o una más agitada. Podría culpar, ¿porqué no? al clima o al cemento gris de la ciudad en que vivo. Pero lo cierto es que esa tristeza son mis ganas de escribir mis anhelos de esperanza la rebeldía de creer en las verdades abandonadas mi propósito de enmienda siempre pospuesto mi último síntoma de humanidad. Por eso no reniego de ella la acaricio, la acepto y la llevo conmigo a donde vaya y le ruego a veces que me inspire que me regale unas palabras para consolarme después al compartirla. Es una tristeza feliz, si me permiten, un impulso vital que me acompaña. Las almas tienen una superficie irregular, con salientes y cavidades, curvas y planos, y cada alma es única e irrepetible. Las almas encajan como piezas de un rompecabezas, aunque la vida varias veces deba darles vuelta de una forma u otra. Por eso las cosas no suceden siempre en el primer momento, sino hasta cuando el universo se mueve en torno a las fichas y las acomoda. Y allí, por breves instantes, ocurre el milagro: Las partes se complementan, se comunican, y lo llamamos química, por no tener otro nombre que darle. La alegría es audaz y es charlatana fanfarrona, grandilocuente y busca llamar la atención de todos en la fiesta. Pero la tristeza, oculta en su silencio, es fecunda y reflexiva. Por eso se canta con mayor belleza lo que se anhela y se espera pero aún no se ha obtenido pues detrás de la esperanza subyace la tristeza de quien busca y no encuentra una respuesta. Si quieres escribir, amigo mío, embriágate de soledad y nútrete de desengaño y envía tu alma a las llanuras a caminar los campos como el Quijote que oculta el corazón de un Cervantes preso, desconsolado y aburrido. Y entonces tus palabras llegarán a los corazones tristes y maltrechos de quienes ansían creer tus fantasías y amar y ser libres por un tiempo y abrazar en el aire los instantes que la vida les niega de otro modo. Habrás tocado las fibras más sensibles de la universal tragedia de los seres humanos. Compartirás ese amor que tanto anhelas con el solitario y el miserable y ambos creeran que existe y serán felices un momento. Nadie sabe lo que es el amor pero es como una herida benigna un dolor suave y sereno que se incrustra en tu pecho y se queda allí como una daga filosa que penetra sin que lo notes y se abre paso entre la carne y nunca sabes si la herida finalmente te llevará a la muerte. Nadie sabe lo que es el amor pero te incomoda y no te deja estar tranquilo te pregunta, te confronta te llama y te confunde y no responde por más que le preguntas. Te destroza la vida y la reconstruye en el mismo instante en que miras a la persona amada y te refugias en sus ojos y sientes que has llegado al único lugar de paz y de consuelo. Nadie sabe lo que es el amor y muchos huyen de él despavoridos porque viene cargado de recuerdos de cicatrices, de lágrimas y olvidos. Yo no huyo de él, hoy lo acojo y bebo su veneno y con él brindo que para mí el amor es vida y es enojo y es luz y es tormento y alegría que para mí amar es reanimarse y la vida es un don para entregarse y entregarse es un morir estando vivo. (El beso verdadero es el primero, los demás son como las réplicas de un sismo) Cuando se besa por primera vez a esa persona, tienes que asegurarte de entregarle la mitad de tu alma para que ella jamás vuelva a estar sola. Y cuando lo hagas, la mitad de tu alma en adelante no podrá estar tranquila hasta ir a buscar su otra mitad. Y mientras la besas, tienes que desear con todas tus fuerzas que la otra persona te dé también la mitad de su alma; porque siempre es útil conservarla como consuelo para los días fríos. Y después, - y esto es lo más hermoso - cuando la vuelves a besar, la mitad de tu alma encaja con la mitad faltante que tu pareja resguarda y vuelves a sentirte completo, pleno, y ya no quieres besar a nadie más. Y sientes que podrías pasar la vida besándola. Y rezas para que no termine ese momento. Mira, la magia es como una especie de conspiración cósmica que permite que sucedan cosas fuera de lo común... Entonces a veces me pasa que voy por la vida y de repente me doy cuenta que estoy en uno de esos momentos raros especiales y lo llamo magia. Y, bueno, mientras charlábamos anoche de repente entendí lo que sucedía y pude ver dónde estaba la magia de esto, de manera que ya podría interpertar la experiencia y, porque no, tal vez algun día escribir sobre ella. Todo se reveló ante mí cuando hablabamos del entorno. Ahí esta la magia: somos dos seres humanos que se despojan de sus entornos y encuentran un espacio, que no es un lugar, porque no es físico, en el cual pueden compartir un rato juntos sin nadie sin nada casi sin ellos mismos porque no están ni sus cuerpos y existe ese grado de intimidad elevado porque están en un encuentro de pensamientos, de comunicación, que se da a veces en el mundo real pero que ellos lo han extractado como un químico destila un componente en el laboratorio. Y esa es una realidad tan frágil, que sabemos que se rompe al mínimo contacto como una ilusión. Y aún así la mantenemos y dilatamos los encuentros o no abordamos ciertos temas. No es otra cosa que el intento por preservar los momentos. Cuando vi lo nuestro de esa forma me pareció que tenia esa rara estética de la magia y que si la narraba adecuadamente en un futuro otros serían capaces de verla. Se me antojo que era algo profundamente hermoso en sí mismo, más allá de ti y de mí: el hecho, la situación, la encuentro bastante mágica. --- "Virtualidad" es un escrito sin fecha, que pretende ser una respuesta a la ya vieja pregunta sobre los amores a distancia y las relaciones vividas por chat, messenger, twitter y facebook. Podría sumarle otro ejemplo menos conocido y posiblemente más tangible, como Second Life. Toda esa mediación tecnológica sólo encubre una misma anciana realidad, que siempre he denominado de la misma manera. ¿Pueden dos personas quererse sin entornos, sin cuerpos, hasta casi sin identidad? Creo que miles lo están haciendo en este momento. Es una buena reflexión sobre la soledad y la compañía en los tiempos actuales. |
¿Poesía?Alguien hace tiempo me dijo que le parecía que mi prosa era poética, cuando le expuse mi incapacidad de hacer poesía alguna. Eso, en su momento, me llenó de optimismo.
El dr. Ariel León, poeta - ese sí -, me enseñó que la poesía era sinceridad, y nada más que eso. Sin embargo, aún no podía yo hilar verso alguno. Luego el accidente de la tecnología puso mi prosa en frases corticas, empacadas para los chats y la mensajería instantánea, y nacieron estos que me atreví a llamar versos. Pero guardan una diferencia con mi prosa: tienen interlocutor. Son simplemente diálogos sinceros con alguien en concreto, en frases pequeñitas. Tal vez eso sea poesía. Historial
December 2012
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