De una agradable conversación esta mañana surgió el texto de Horacio Gómez Aristizabal sobre las características de los colombianos. Yo comenté que tenía el mismo libro en casa y, habiendo tratado el tema, decidí buscarlo por internet para compartirlo con ustedes. No está, por lo menos no en su forma original. Así que sin pedir permiso, como hacemos los colombianos, porque somos muy parecidos a como nos describe, transcribo el genial texto de este autor.
COLOMBIANO (Características). En mi libro "Decadencia del pueblo colombiano", afirmo: "El colombiano es experto en todo y especialista en nada, más emprendedor que resistente; prefiere parecer a ser; más intuitivo y fantástico que inteligente; en sus disciplinas mentales, no ordena los conceptos sistemáticamente y por eso los confunde; no gusta de consolidar datos elementales, sino que salta de una vez a las cumbres, haciendo estructuras ideológicas inconsistentes; es universalmente curioso, sin profundidad técnica; servil con el poderoso y arrogante con el humilde; quiere entrar a la política por la puerta ancha de un ministerio, a los negocios por la alta gerencia y al Ejército con el título de General. A los colombianos les impresiona el color y el sonido: dadles colores y música y de seres aplomados, los tornaréis en animales impulsivos. Se apasiona por las rifas, los juegos, la lotería, el 5 y 6 y hasta el tapete verde, dominado por dos fuerzas: la del que pierde y quiere desquitarse, y la del que gana y quiere ganar más. Algunos afirman tranquilamente: los primero 20 millones se hacen de cualquier manera, que la honradez viene después, poco a poco; haga plata y no explique cómo. Donde hay dos colombianos, hay pelea. Somos como los granos de pólvora: solos no hacemos nada; juntos hacemos explosión. El que se eleva es lapidado; las cabezas que salen del nivel son cortadas.
Este es el texto y mucho se puede comentar de él. Adelante.
COLOMBIANO (Características). En mi libro "Decadencia del pueblo colombiano", afirmo: "El colombiano es experto en todo y especialista en nada, más emprendedor que resistente; prefiere parecer a ser; más intuitivo y fantástico que inteligente; en sus disciplinas mentales, no ordena los conceptos sistemáticamente y por eso los confunde; no gusta de consolidar datos elementales, sino que salta de una vez a las cumbres, haciendo estructuras ideológicas inconsistentes; es universalmente curioso, sin profundidad técnica; servil con el poderoso y arrogante con el humilde; quiere entrar a la política por la puerta ancha de un ministerio, a los negocios por la alta gerencia y al Ejército con el título de General. A los colombianos les impresiona el color y el sonido: dadles colores y música y de seres aplomados, los tornaréis en animales impulsivos. Se apasiona por las rifas, los juegos, la lotería, el 5 y 6 y hasta el tapete verde, dominado por dos fuerzas: la del que pierde y quiere desquitarse, y la del que gana y quiere ganar más. Algunos afirman tranquilamente: los primero 20 millones se hacen de cualquier manera, que la honradez viene después, poco a poco; haga plata y no explique cómo. Donde hay dos colombianos, hay pelea. Somos como los granos de pólvora: solos no hacemos nada; juntos hacemos explosión. El que se eleva es lapidado; las cabezas que salen del nivel son cortadas.
Este es el texto y mucho se puede comentar de él. Adelante.